De las olas, en la superficie,
no asoma piedad alguna:
brutales son hacia las rocas y la arena.

Para conocer la compasión debemos ir más profundo
y descubrir corrientes lejos de la orilla.

En aguas más profundas
de lo que jamás hayamos imaginado
y corrientes más fuertes
que las que nunca conocimos,

debemos aprender el arte del buceo
y explorar las profundidades de nuestro ser.

¡Sumérgete en las aguas que te trajeron a la vida!
¡Libérate de la tierra firme
y de sus terrenas nociones de valor!

Limpiate de todas las ideologías terrestres
y en las aguas que brillaron
mucho antes de que el género humano surgiera
vea con claridad.